John Lenon dijo una vez: «No existe lugar en el que puedas estar, que no sea el lugar donde te tocaba estar» .
Cuando Janah y Karina se conocieron, la situación que vivían y el alcohol las llevó a cometer una locura de esas que pocas veces se disfrutan. Todo parecía ser un encuentro sin importancia, algo que quedaría escondido en sus recuerdos, pero casualidad o no, el destino las había elegido e iba a jugar con ellas por una razón.
Con vidas completamente distintas, un pasado tormentoso, el corazón roto y muchos deseos por cumplir, Janah y Karina siguieron adelante sin ser conscientes de que a su alrededor empezaba a tejerse una red que acabaría por enredar y entrecruzar sus caminos de nuevo.
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