Érase una vez, un momento en que no sabía lo que quería…
Luego conocí a Mary, la joven niñera de mi sobrina. No actuaba, ni hablaba ni parecía inocente. Casi sin notarlo, en el espacio entre un latido y otro, dejé de preocuparme por la diferencia de edad. Como soy un poco mayor, sé cómo hacerme cargo de Mary, de la forma en que debe hacerlo un verdadero hombre. Mary es hermosa, inteligente y me provoca…
Es hora de hacerla mía.
Leer al completo